El paciente discutido en el último seminario de cáncer presentaba un enfisema pulmonar y un nódulo en el lóbulo superior derecho. A este paciente se le realizó una PET y se encontró un SUV (standardised uptake value) de 4.5, considerado “positivo”, por lo que se indicó la cirugía. El resultado final fue de nódulo inflamatorio. Se trataba, por lo tanto, de un resultado falso positivo del PET. Es este artículo publicado hace unos años en el Journal of the American Medical Association se puede leer un metanálisis sobre el valor diagnóstico del PET en el nódulo pulmonar que nos demuestra que, aunque la sensibilidad de la prueba es elevada, existen falsos positivos (alrededor del 7%); es decir, casos en los que la prueba es positiva pero el paciente no presenta la enfermedad (cáncer de pulmón). Los párrafos que considero más interesantes en el artículo son estos:
“For 1474 focal pulmonary lesions of any size… the mean sensitivity and specificity were 96.0% and 73.5%, and the median sensitivity and specificity were 97.0% and 77.8%, respectively. For 450 pulmonary nodules, the mean sensitivity and specificity of FDG-PET for detecting malignancy were 93.9% and 85.8%, and the median sensitivity and specificity were 98.0% and 83.3%, respectively”.
“Is FDG-PET potentially helpful in clinical decision making?… for a high-risk patient (eg, pretest probability = 80%) with negative findings on FDG-PET, the posttest probability of malignancy is 14%. Thus, the negative predictive value depends on the pretest probability of disease. For low-risk patients, FDG-PET has a high negative predictive value and observation is probably safe when FDG-PET shows no uptake”.